El
agua ha sido, es y será indispensable para la vida sobre la tierra. Todas las
culturas han basado su desarrollo en
la obtención y utilización del vital elemento. Los seres
humanos sabemos que sin ella no podríamos vivir y, con el paso del
tiempo, hemos aprendido que no es tan abundante como parece y que debemos
cuidarla pues de ella depende nuestra supervivencia.
¿Porque los seres vivos necesitamos agua?
Sin el
agua, no existiría la vida en nuestro planeta: todos los seres vivos dependemos
del agua porque es un constituyente importante para nuestro cuerpo. Por ejemplo,
se calcula que, en promedio los seres humanos estamos constituidos por un 70%
de agua.
Las plantas
absorben el agua con sus raíces y los animales la ingirieren junto con los
alimentos que comen o directamente cuando beben.
Los vegetales
utilizan el agua en los siguientes procesos:
En la respiración,
transpiración y fotosíntesis.
¿Como utiliza el agua nuestro cuerpo?
Nuestro cuerpo
necesita agua para cumplir con los procesos que mantienen la vida, como
respirar, digerir alimentos, excretar los desechos, defenderse de enfermedades,
entre otros.
Solo para
que tengas una idea el agua que ingresa a nuestro cuerpo formara parte, por ejemplo,
de la sangre que transporta todas las sustancias esenciales que necesitamos
para vivir.
Pero axial
como entra agua, también sale con la orina, el sudor y las lagrimas.
El ciclo del agua
El ciclo del agua no se inicia en un lugar específico, pero
para esta explicación asumimos que comienza en los océanos. El sol, que dirige
el ciclo del agua, calienta el agua de los océanos, la cual se evapora hacia el
aire como vapor de agua. Corrientes ascendentes de aire llevan el vapor a las
capas superiores de la atmósfera, donde la menor temperatura causa que el vapor
de agua se condense y forme las nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes
sobre el globo, las partículas de nube colisionan, crecen y caen en forma de
precipitación. Parte de esta precipitación cae en forma de nieve, y se acumula
en capas de hielo y en los glaciares, los cuales pueden almacenar agua
congelada por millones de años. En los climas más cálidos, la nieve acumulada
se funde y derrite cuando llega la primavera. La nieve derretida corre sobre la
superficie del terreno como agua de deshielo y a veces provoca inundaciones. La
mayor parte de la precipitación cae en los océanos o sobre la tierra, donde,
debido a la gravedad, corre sobre la superficie como escorrentía superficial.
Una parte de esta escorrentía alcanza los ríos en las depresiones del terreno;
en la corriente de los ríos el agua se transporta de vuelta a los océanos. El
agua de escorrentía y el agua subterránea que brota hacia la superficie, se
acumula y almacena en los lagos de agua dulce. No toda el agua de lluvia fluye
hacia los ríos, una gran parte es absorbida por el suelo como infiltración.
Parte de esta agua permanece en las capas superiores del suelo, y vuelve a los
cuerpos de agua y a los océanos como descarga de agua subterránea. Otra parte
del agua subterránea encuentra aperturas en la superficie terrestre y emerge
como manantiales de agua dulce. El agua subterránea que se encuentra a poca
profundidad, es tomada por las raíces de las plantas y transpirada a través de
la superficie de las hojas, regresando a la atmósfera. Otra parte del agua
infiltrada alcanza las capas más profundas de suelo y recarga los acuíferos
(roca subsuperficial saturada), los cuales almacenan grandes cantidades de agua
dulce por largos períodos de tiempo. A lo largo del tiempo, esta agua continua
moviéndose, parte de ella retornará a los océanos, donde el ciclo del agua se
"cierra"...y comienza nuevamente.